Al término del tratamiento parlamentario, que fue seguido desde las bandejas por varias decenas de afiliados a ese sindicato y desde la vereda por un acampe de unas 300 personas, el secretario general Rodolfo Aguiar celebró estos cambios que consideró que eran una inyección de poder al gremio, pero pidió humildad a los afiliados.
“Vamos a usar este poder en favor de los trabajadores y no para nuestros intereses como hicieron los que lo tuvieron antes”, afirmó en la puerta del palacio legislativo.