San Antonio Oeste.- Luego de 11 años se retiró Gringo, el perro labrador que inauguró la División de Canes de la policía rionegrina en San Antonio Oeste.
Llegó a la zona tras haber aprobado los cursos de instrucción en Viedma, siendo un cachorro junto a su amo y guía, el sargento Yamil Romero.
Durante 11 años, Gringo, un leal labrador, cumplió con su deber de detectar sustancias prohibidas, lo que contribuyó a la resolución de innumerables delitos.
Vive desde marzo de este año junto a Maria Belén Pessoa, cabo primero de la fuerza.
La joven policía, oriunda de Sierra Grande, narró en sus redes sociales que «estoy muy sorprendida de la enorme repercusión que tuvo el retiro de Gringo, me pone inmensamente feliz la cantidad de gente que ese día en el acto se acerco a él, lo mimo, me preguntó sobre el y recibió muchísimo amor».
Agregó que pese a que ya esta viejito tiene una vida fabulosa y aunque fue un perro policía y obviamente debía cumplir con las normas y formas del trabajo en si, «por ejemplo estar en un canil como dicen por allí, tuvo una vida buena, porque sino no estaría con 12 años como esta de bien (pese a su problema de cadera que es una patología normal que le puede agarrar a cualquier perro)».