La Legisladora Roxana Fernández (FpV) reflexionó sobre el golpe de estado suscitado el 16 de septiembre de 1955, en el que los generales Eduardo Lonardi y Pedro Aramburu destituyeron de la presidencia a Juan Domingo Perón y usurparon el gobierno haciendo uso de las armas, la violencia y desconociendo las leyes vigentes en la Constitución Nacional.
La revolución que encabezaron Juan Perón y Evita, basados en la búsqueda y concreción de la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación, generó políticas de redistribución del ingreso que le valieron el apoyo incondicional de los sectores populares tanto como el odio eterno de la oligarquía y la burguesía local e internacional.
La Parlamentaria sostuvo que “el sentido del golpe fue destruir la obra del peronismo, los detractores de la constitucionalidad del gobierno no tenían otro programa diferente al de desandar el camino iniciado por Perón. No los animaba otro proyecto más que el odio de clase y la revancha”. “Les incomodaba el gobierno peronista porque defendía los derechos de los trabajadores, promovía el surgimiento y la igualdad de condiciones”. “Perón y Evita, anhelaban que los hijos de los obreros tuvieran la oportunidad de ser profesionales, de ser incluidos en una sociedad que solo era para unos pocos, hasta ese entonces”, señaló Fernández.
Asimismo consignó que “los golpistas en su afán desesperado por frenar el proceso revolucionario y político más importante de la historia argentina, no dudaron en robarle cobardemente al pueblo, la libertad, el estado de derecho, las garantías constitucionales. Mataron hombres y mujeres quienes con justa razón repudiaban la violencia y la tiranía”.
Fernández resaltó la actitud de Perón habida cuenta de que “podría haber impulsado una guerra civil para recuperar el mando sin embargo con el propósito de evitar un mayor derramamiento de sangre optó por el exilio”. “Perón, el peronismo y hasta la marcha del partido fueron proscritas, creyendo en la posibilidad de disolver el movimiento más prominente de Argentina y América Latina”, Acotó.
Finalmente remarcó “recordar lo sucedido hace 58 años no persigue sembrar odio, ni rencores pero también es cierto que no podemos permitirnos olvidar los hechos nefastos de nuestro país y que se combatió con balas y fusiles al peronismo”. “Los que respetamos los más elementales Derechos Humanos caemos en la recurrente pero apropiadas palabras, Nunca Más, un golpe, Nunca Más una ciudadanía sin garantías constitucionales, Nunca Más, una detención clandestina y Nunca Más, una argentina sin democracia, sentencio Fernández.