El pasado viernes 27 de enero, en Playas Doradas, se registró el robo del teléfono celular de Yolanda Bascuñán, una reconocida enfermera que desempeña su labor en la sala de emergencias local. El incidente ocurrió entre las 18:30 y las 19, mientras Bascuñán se encontraba momentáneamente fuera del consultorio atendiendo cuestiones personales.
La enfermera relató que en ese momento la sala estaba tranquila, y aprovechó para leer. Según explicó, salió brevemente de la salita para llevar un cargador a un compañero y recoger sus anteojos. Al regresar, tras un lapso de apenas cuatro minutos, descubrió que su celular ya no estaba en el escritorio donde lo había dejado.
A pesar de los esfuerzos por rastrear el dispositivo, incluyendo la activación de su localización GPS, no se obtuvo información precisa sobre su paradero. Yolanda, consternada, explicó que además del teléfono, perdió información crucial, como contactos, documentos y recuerdos personales almacenados en fotografías. También comentó que tenía tarjetas de débito y de pago asociadas al dispositivo, lo que le obligó a cancelarlas y solicitar nuevas.
“Fue un robo insólito. La salita siempre está abierta y uno confía en que puede dejar sus cosas. Quien haya entrado seguramente lo hizo por alguna necesidad médica, pero aprovechó la oportunidad”, expresó la enfermera.
Vecinos y conocidos de Bascuñán lamentaron el hecho, resaltando su dedicación al trabajo y su compromiso con la comunidad. En redes sociales se compartió la noticia con la esperanza de recuperar el dispositivo, aunque hasta ahora no se han obtenido resultados.
El incidente refleja los desafíos que enfrentan los profesionales de la salud, incluso en entornos pequeños como Playas Doradas, donde la confianza mutua suele ser la norma. Mientras tanto, Yolanda continúa brindando su atención a los vecinos, esperando que la persona que tomó su teléfono recapacite y lo devuelva, aunque sea de forma anónima.
Fuente: Radio Libre | En este día.