Sierra Grande.- Eran tiempos de guerra en nuestro país, Sierra Grande era un punto neurálgico, punto obligado para el paso de las tropas que iban al sur.
El escuadrón de Gendarmería y el Club Vuta Mahuida eran los lugares donde los camiones cargados de colimbas y algunos chicos del ejército iban a lo desconocido, iban a la guerra.
Carmela Núñez y su esposo Juan Carlos Chaine, un extrabajador de la empresa minera Hipasam, como tantos vecinos se acercaron para llevarse a alguno de los soldados a comer algo caliente, para que sientan ese calor de hogar que ya empezaban a extrañar.
Eran dos cabos, de uno no tienen recuerdo pero si de Sergio O Echegaray. El soldado se comprometió a escribirles y así lo hizo desde Puerto Santa Cruz, unas semanas después para agradecer «eran nenes, muy jóvenes, sin experiencias», recordó.
«Esta carta la guardo como oro, hoy me conmoví con todo lo que pasa y me gustaría saber que fue de él», narró Carmela a Pido la Palabra y además recordó que les regaló dos rosarios de color celeste para lleven protección divina..
Emocionada no contuvo sus lágrimas «porque es un dolor que tengo guardado de años, como la carta» , expresó.
Después de la entrevista con este diario digital, dobló la carta y pidió si algo se puede hacer para saber que fue de aquel joven que no pasaba los 20 años que iba dispuesto a luchar.