Sin evidencia técnica ni científica, se han opuesto políticamente a un mega proyecto que brindará crecimiento, desarrollo y progreso a una región con una matriz productiva y energética escasamente diversificada. Ni siquiera contemplando que es un proyecto que ha trascendido todo tipo de bandera política, ya que fue rubricado por CFK y luego ratificado por Mauricio Macri, con la República Popular de China.
Menos aún, escuchando a la voluntad popular en Sierra Grande, que se expresó claramente en las urnas. La construcción de una central nuclear, se complementa con la férrea política ambiental llevada a cabo por el Gobierno Nacional en materia de energías renovables, reduciendo considerablemente la emisión de gases de efecto invernadero.
Menos aún han tenido en cuenta la prestigiosa carrera nuclear rionegrina, y han echado por la borda uno de los proyectos más ambiciosos y armoniosos con el ambiente de los últimos 50 años. Ni hablemos ya de la hipocresía y falta de coherencia, ya que se han opuesto al desarrollo energético nuclear, pero están a favor del uso de Uranio y la Minería a Cielo Abierto como Soria y Odarda.