SIERRA GRANDE (NSG).- Víctimas de abusos sexuales, que han sido denunciados en la justicia marcharon por las calles de Sierra Grande por segunda vez exigiendo que la justicia actúe y que el delito no prescriba a pesar de los años.
Quienes encabezan la medida son Cesia Moreira, que denunció públicamente y recientemente en la justicia a su propio padre, un pastor que hoy reside en Cipolletti, que habría abusado de ella en la niñez. Justamente por denunciar este caso una vez cumplidos los 30 años de edad, la justicia sobreseyó al hombre. Sus lágrimas a cada paso en la marcha mostraron huellas de dolor en su vida.
Otra de las jóvenes que encabeza la protesta es Sol Otero Quiroga que fue víctima de abusos cuando tenía entre 5 y 7 años, «la ley dice que prescriben las causas pero el dolor nunca” expresó. En su caso denunció a quien por entonces era su padrastro.
Luego de la marcha otra mamá expresó que en 2014 denunció el abuso de su hija y que desde hace poco tiempo el abusador está detenido. Otra joven de 21 años, solo dijo entre lágrimas que quiere ver a su abusar preso. «fui víctima de los 8 a los 13 años, fueron muchos años de silencio, ya demasiado aguanté».