Sierra Grande | Las intensas lluvias de los últimos días no solo volvieron a poner en evidencia las deficiencias del sistema de salud, sino que también sacaron a la luz serias fallas en la infraestructura educativa. Varios establecimientos escolares de la ciudad se vieron afectados por filtraciones, humedad y riesgos eléctricos, lo que obligó a suspender clases y a reubicar a estudiantes en espacios improvisados.
Uno de los casos más notorios fue el del Centro de Educación Técnica N° 12 (CET N° 12), que debió interrumpir sus actividades debido a problemas eléctricos en algunos sectores del edificio y a la presencia de humedad que ponía en riesgo tanto al personal como al alumnado.
Pero este no fue un caso aislado. La Escuela Primaria N° 251, ubicada en el barrio 25 de Mayo, también presentó un panorama preocupante. La situación trascendió públicamente luego de que madres de estudiantes de segundo grado denunciaran que sus hijos fueron trasladados a la biblioteca y a la sala de informática, ya que sus aulas estaban inutilizables debido al ingreso de agua.
Las familias no solo expresaron su preocupación por el estado de los salones, sino también por las condiciones de comodidad y seguridad en las que los niños y niñas fueron reubicados. “No es lo ideal que los chicos estén en espacios que no están preparados como aulas, y menos con tanta humedad en el ambiente”, expresó una madre.
El hecho que detonó la alarma fue la caída de paneles del techo en una de las aulas ubicadas en el fondo del establecimiento, durante la jornada del miércoles. Afortunadamente, no hubo que lamentar heridos, pero el incidente reflejó con crudeza la gravedad de la situación edilicia.
Por redacción Pido la Palabra.
