Iribarren dijo a este medio que realizaron el viaje en procura de conocer en evaluar de que se trata vivir junto a una central nuclear y que opina la gente del lugar al respecto.
“Nos llevamos una gran sorpresa, lo que encontramos en una localidad que vive de la central y convivió 30 años con la planta, que ahora está en la etapa de preparación para ponerla en marcha otra vez”.
Iribarren agregó que por el contrario de lo que se dice con respecto a que si se instala una central nuclear en la Patagonia se muere el turismo en la zona, “lo único que vimos fueron colectivos con contingentes que llegaban para conocer el lugar”.
El viaje fue coordinado con la Secretaría de Energía Nuclear de la nación que encabeza Julián Gadano. “Quedé impactado con las medidas de seguridad que existen y nos mostraron donde están depositados los residuos, dentro de la misma planta”, expresó.
Iribarren no descarta otro viaje con vecinos y actores sociales de Sierra Grande para que vea con sus ojos y hablen con la gente de los lugares donde están las plantas nucleares. Foto Archivo