Fueron receptores desde una intervención quirúrgica de alta complejidad hasta audífonos, anteojos, máquinas de escritura en braille, o sillas de ruedas, todos dispositivos que atienden situaciones de dificultad que pueden entorpecer el desempeño escolar.
Se parte de situaciones que son identificadas por el docente en el aula, y esa demanda se canaliza a través de un programa de becas, denominado “Escuela Presente”, que surgió en 2015 en el seno del Ministerio de Educación y Derechos Humanos.
La idea central es fortalecer y acompañar a estos alumnos en su búsqueda de una mayor inclusión social y educativa.
Ante estos casos de vulnerabilidad, desde la puesta en marcha del plan, se efectuaron inversiones en torno a los 10 millones de pesos. En lo que va de 2018, ya se atendieron 114 pedidos, entre los cuales se destaca una operación de alta complejidad, 21 tratamientos integrales, 29 de fonoaudiólogos, 33 psicológicos y 37 contrataciones de acompañamiento terapéutico. Además, se proveyeron 4 prótesis, 17 sillas de ruedas y 18 audífonos.
Por otra parte, se adquirió un equipo comunicacional para no videntes, un procesador de habla para implante coclear, 85 anteojos, 8 máquinas braille, 3 bicicletas adaptadas; dispositivos de software para no videntes, 20 notebooks compatibles con aplicaciones específicas de acuerdo a la condición motriz o visual del estudiante, y 2 equipos comunicacionales para aquellos con parálisis cerebral.
“El principio de justicia es el punto de partida para llegar al principio de igualdad, porque el Estado es y debe ser garante de que las políticas activas lleguen a través de acciones puntuales, con calidad y precisión”, sostuvo la Ministra Mónica Silva, al explicar los objetivos y alcances del programa.