Cumpleaños de Sierra Grande con muchas ausencias

Sierra Grande.- Esta localidad tuvo un cumpleaños mas deslúcido que lo normal pero, ¿es solo el municipio el responsable que los festejos y sus resultados?.

El desfile se hizo el día y horarios pautados, pero había varios detalles que lo hicieron diferente. Por un lado la ausencia del intendente, el anfitrión principal del pueblo, faltó a  la cita Guillermo Di Nápoli y ese rol con entereza lo ocupó su secretario de Gobierno Gastón Gutiérrez.

Tampoco hubo banda de la policía de la provincia «lo mas probable es que no se haya gestionado con tiempo» dijo y una autoridad provincial a este medio. Por eso la marcha avenida de las camelias  fue para todos por igual, escuelas, deportistas, grupos de folclore y fuerzas vivas».

El invitado especial fue el Vicegobernador Pedro Pesatti que llegó a Sierra Grande incluso como una forma de despedirse porque el 10 de diciembre asume con intendente de Viedma.

Las banderas de ceremonias estaban impecables como las instituciones que se había preparado para desfilar, pero ya eran casi las 17 (el acto era a las 16) pero faltaba algo esencial: los vecinos y muchas instituciones.

Solitaria estaba la calle cuando empezó el acto. Los pocos vecinos que habían murmuraban ¿dónde está la gente?.

Claramente el municipio puso lo que estaba a su alcance, después de una dolorosa derrota electoral que no quedó ad fuera de los comentarios, pero con muchos trabajadores y funcionarios que pusieron todo de si para que salga todo lo mejor posible.

Pero mas allá de la organización claramente  faltó compromiso de los vecinos, y especialmente de las instituciones.

Por ejemplo de las 22 escuelas municipales, solo un puñado había, de los clubes pocos, un solo ballet de folclore (el ballet Sierra Grande de Natula Pasarino), un solo auto de safari y una sola agrupación gaucha.

Así fue el desfile, evento que si no se hace es reclamado por los vecinos. quizá el horario sea un punto  a tener en cuenta para el próximo aniversario, porque una de las quejas que nunca falta es la espera y calor de las cuatro de la tarde.