Sierra Grande.- El Viernes Santo Sierra Grande fue testigo de un emotivo Vía Crucis teatralizado que atrajo a decenas de espectadores y feligreses.
El evento, que unió la parroquia Nuestra señora de Lourdes con las sierras, contó con la participación de un gran número de actores locales que representaron la pasión y muerte de Jesucristo. El evento fue organizado por la Municipalidad de Sierra Grande con respaldo parroquial.
Desde tempranas horas de la tarde, los vecinos se congregaron en la parroquia con las actividades propias de la iglesia y luego se sumaron otros para ser parte del Vía crucis.
La misma parroquia fue el escenario para iniciar la representación de los primeros momentos del vía crucis.
El ambiente estaba cargado de una atmosfera emocional a medida que la gente se preparaba para presenciar una de las ceremonias mas importantes del calendario cristiano.
La procesión comenzó con una marcha solemne hacia el lugar del calvario, ubicado al pie de los cerros. En sus hombros el joven actor que representó a Jesús levaba una réplica de la cruz en la que sería crucificado.
A medida que los actores representaban cada estación del Vía Crucis, el público seguía la procesión con gran devoción, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.
El nivel de realismo y detalle de la representación fue impresionante. Los actores se entregaron por completo a sus personajes, haciéndolos sentir realmente reales.
El público pudo sentir el dolor y la angustia de Jesús mientras cargaba su cruz hacia el lugar donde sería crucificado. También se pudo sentir la angustia de su madre María, interpretada por una actriz local, quien miraba impotente cómo su hijo era torturado.
La dirección estuvo a cargo del profesor Damián Ponce de León, que utilizó la obra original del profesor Carlos Olmedo que grabó junto a Selene Ponce Vargas las canciones que acompañaron las estaciones bíblicas.
Las reflexiones y lecturas estuvieron a cargo del párroco local Rubén Larzabal. Agrupaciones gauchas acompañaban también la velada con sus caballos.
Momentos emotivos
Un momento clave fue la representación de la crucifixión de Jesús, interpretada por Lucas Robledo, que fue emotivo para todos los presentes. Luego de unos minutos el v cuerpo del actor fue llevado por varios gauchos y después de unos minutos apareció arriba de un cerro con la imagen de Jesús ya resucitado y un aplauso coronó la jornada mientras caía el sol.
A medida que la multitud se dispersaba, se podía ver en sus rostros la emoción y la reflexión sobre el significado de la ceremonia que acababan de presenciar.
En resumen, el Vía Crucis teatralizado en Sierra Grande fue un evento conmovedor y con gran impacto emocional para todos los que asistieron. La actuación de los actores fue excepcional y la atención al detalle en la escenografía hizo que la ceremonia pareciera muy real.
Sin duda, este fue uno de los eventos más destacados de la temporada de Semana Santa en la ciudad.