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EMOTIVO INICIO DEL CICLO LECTIVO 2025 EN EL IFDC DE SIERRA GRANDE

Sierra Grande | El Instituto de Formación Docente Continua de Sierra Grande dio inicio a un nuevo ciclo lectivo con un emotivo acto en el que su director, el profesor Carlos Olmedo, brindó palabras de bienvenida a estudiantes y docentes. La institución celebró la apertura de una nueva cohorte del Profesorado en Educación Inicial y el Profesorado en Educación Primaria.

Durante el acto de apertura, Olmedo (hijo) evocó la figura de su padre, Carlos Olmedo, uno de los pioneros de la docencia en Sierra Grande y la zona rural.

Durante el acto de apertura, Olmedo (hijo) evocó la figura de su padre, Carlos Olmedo, uno de los pioneros de la docencia en Sierra Grande y la zona rural. A través del poema «Los barquitos de papel», el director compartió una conmovedora reflexión sobre la diversidad de trayectorias educativas y los desafíos que los estudiantes enfrentarán a lo largo de su formación.

«Hoy las trayectorias estudiantiles que ustedes emprenden se asemejan mucho a aquellos barquitos de papel que yo armaba con mi padre», expresó Olmedo, destacando que cada estudiante, con sus particularidades y fortalezas, recorrerá un camino único, lleno de obstáculos, pero también de oportunidades.

El poema, cargado de simbolismo, recordó la fragilidad, resistencia y diversidad de aquellos pequeños barcos que, desafiando las adversidades, encontraban la manera de seguir adelante. «En la diversidad estaba la magia de aquel juego, y no nos equivocábamos», expresó, vinculando esa enseñanza con la importancia de valorar las diferentes historias y caminos de cada estudiante.

LOS BARQUITOS DE PAPEL:

Cuando era pequeño, los días de lluvia, una vez que la tormenta pasaba,

junto a mi padre armábamos varios barcos de papel para jugar en la cuneta.

Justo al lado del cordón de la vereda, donde corría más fuerte el agua…

Ambos sabíamos que el papel era muy frágil y que habría en cada uno de los intentos

por llegar a destino inconvenientes de todo tipo…

Dentro de los muchos barquitos que armábamos, estaban aquellos barcos de papel duro, muy resistentes e impetuosos, también había otros barcos, los que estaban hechos con otros papeles distintos, de diario, de revistas, de papel glacé, incluso de papel de servilleta… Hacíamos barcos de todo tipo… porque ambos pensábamos que en la diversidad estaba la magia de aquel juego y no nos equivocábamos.

El recorrido de cada uno era difícil de principio a fin. Piedras y maderas que trababan el camino y hacían que su trayecto se detenga o se vuelva complicado; olas gigantes que parecían tsunamis  cuando los autos pasaban por el medio de la calle, hacían que los barquitos se inundaran y avanzaran más despacio muy lenta-mente; transeúntes que los pisaban al caminar distraídos, sin querer y los dejaban fuera de circuito sin posibilidad de reinicio, y aquellos que a veces quedaban varados, al costado del drenaje esperando que un viento suave los empuje nuevamente y les permita concretar su meta.

Hoy las trayectorias estudiantiles que ustedes emprenden, se asemejan mucho a aquellos barquitos de papel que yo armaba con mi padre…

Y de la misma manera que cuando apoyábamos un barquito de papel sobre el agua mi mente imaginaba miles de historias fantásticas al iniciar sus recorridos hoy también, los que conformamos el Instituto de formación docente de Sierra Grande, (el equipo directivo, los profesores, secretarias, TIC y personal de apoyo) imagina y puede ver en ustedes miles de historias fantásticas que darán inicio cuando finalmente ingresen a las aulas.

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