La llegada del oleoducto Vaca Muerta Sur a Allen, en Río Negro, marcó un hito para el desarrollo energético del país, convirtiéndose en un punto de inflexión para la industria de hidrocarburos de la región. Este proyecto, promovido por YPF, conectará la formación de hidrocarburos no convencionales de Vaca Muerta con la costa rionegrina, abriendo la puerta a la exportación de petróleo argentino hacia mercados internacionales.
El proyecto consta de dos tramos principales que, juntos, abarcan una extensión de más de 600 kilómetros. El primero de estos tramos, con una longitud de aproximadamente 130 kilómetros, conecta el área de Loma Campana en Neuquén con la Estación de Bombeo Allen en Río Negro. En cuanto al segundo tramo, se extenderá desde Allen hasta Punta Colorada, cubriendo alrededor de 470 kilómetros adicionales, donde se prevé la construcción de una terminal portuaria destinada a la exportación de crudo.
Esta semana, inspectores de la Secretaría de Hidrocarburos de Río Negro supervisaron los preparativos en la Estación de Bombeo Allen, donde comenzaron las obras que conformarán el segundo tramo del oleoducto. Amelia Lapuente, ingeniera química de la Secretaría, detalló que los equipos de YPF se encontraban nivelando y preparando el terreno en la barda norte del Alto Valle. “La gente de YPF está preparando el terreno con máquinas viales para poder recibir la cañería, que después será montada hacia la terminal marítima”, explicó.
Este avance permitirá no solo optimizar la logística y el flujo de crudo desde Neuquén hacia Río Negro, sino también consolidar la capacidad exportadora de la región. La construcción en marcha y la llegada de la infraestructura de transporte han posicionado a Río Negro como un nodo estratégico dentro del mapa energético argentino, fortaleciendo su rol en la red de exportación de hidrocarburos.
La Secretaría de Hidrocarburos de Río Negro ha asumido un papel activo en la fiscalización del proyecto. Gracias a las recientes modificaciones legislativas, la provincia ahora tiene la capacidad de supervisar y participar en las obras de infraestructura de transporte, algo que no era posible en proyectos de esta escala. Lapuente destacó la relevancia de este cambio, subrayando que el nuevo modelo de fiscalización les permite enfocarse tanto en la producción como en el transporte de hidrocarburos.
Desde el inicio del proceso de planificación, el equipo técnico provincial ha estado revisando exhaustivamente la información de ingeniería de cada etapa de la obra. “Estamos fiscalizando y controlando también la construcción de los ductos, lo cual es un gran avance, ya que antes, en proyectos de transporte nacional, la provincia no tenía capacidad de intervenir”, señaló Lapuente.
Con la llegada del oleoducto a Allen y el inicio del segundo tramo de obras, el proyecto Vaca Muerta Sur continúa avanzando hacia la concreción de una red logística que favorecerá la economía rionegrina y posicionará a la Argentina como un exportador clave en el mercado internacional de hidrocarburos.
Fuente: Comunicación Gobierno de Rio Negro