Río Negro se enfrenta a un desafío ambicioso: lograr un desarrollo estratégico sostenible que beneficie a todos sus habitantes y proteja el ambiente. ¿Es posible? La respuesta es un rotundo sí, siempre y cuando se aborden los desafíos de manera integral y se prioricen las necesidades de la provincia y sus habitantes, como lo está desarrollando el Gobierno Provincial en su agenda política.
El mundo global tiene en lo inmediato, un desafío significativo en términos de consumo y producción, por lo que necesita hacerlo de manera eficiente y sostenible, desde un enfoque ambiental. Esto quiere decir que no podemos perpetuar las formas en las que lo venía haciendo tradicionalmente.
Cuando hablamos de “lo ambiental” estamos hablando de una construcción, planteando desde el vamos una discusión necesaria para repensar la manera en que producimos bienes y servicios en el mundo global, en cómo se relaciona la comunidad con su entorno. Esto precisamente, se puso recién sobre la mesa a partir de 1992, a instancias de las Naciones Unidas, cuando el crecimiento exponencial producto de la explotación de combustible fósiles, puso de manifiesto que a ese ritmo los recursos naturales no iban a ser eternos.
Como sociedad debemos ser conscientes y coherentes de que la humanidad no va a dejar de producir, no va a pausar su desarrollo. Lo que debemos discutir y construir es lo ambiental en esos procesos, y hacerlo de otra manera. Esto no implica parar ni detener el crecimiento y el progreso, sino hacerlo más sostenible y eficiente.
En esa construcción colectiva de «lo ambiental», Río Negro cuenta con una gran cantidad de actores que pueden trabajar juntos para construir un futuro más sostenible. Esto incluye el protagonismo del gobierno provincial, a los gobiernos locales, las empresas, las organizaciones no gubernamentales y los ciudadanos en general. ¿Por qué la participación y el protagonismo de la comunidad rionegrina son vitales? Sencillamente porque los actores principales de la cadena de producción de bienes y servicios no desean que la rueda se interrumpa, y porque la comunidad es la fiel guardiana de la preservación de nuestro entorno.
El Gobernador Weretilneck remarca a diario la potencialidad que en las 5 áreas que demanda el mundo actualmente: Energía, Recursos Naturales, Producción de alimentos, Tecnología y Conocimiento, Educación y Capacitación.
La producción de bienes y servicios de manera ambientalmente sostenible es el aspecto fundamental que hoy está siendo ponderado, no solo por el cuidado y la preservación de la naturaleza, el medio y la comunidad, sino porque en las últimas décadas hemos conocido la finitud de los recursos naturales, principalmente los combustibles fósiles. El Desarrollo Sostenible, implica construir alternativas para que las generaciones futuras sigan teniendo disponibilidad de recursos naturales para el crecimientos y el progreso.
Ahora bien, la oportunidad de la provincia de Río Negro para su desarrollo estratégico en un proceso sostenible es ahora. El Gobierno, con una abierta agenda participativa, con las respectivas discusiones públicas y políticas, está sentado en la mesa del presente y el futuro. Diversificando su matriz productiva y energética a partir de la producción de bienes y servicios en torno a la industria hidrocarburífera, minera, turística, agropecuaria, tecnológica y científica, estamos en condiciones de alimentar al mundo en todo sentido. La innovación tecnológica es fundamental para esta diversificación, desde la agroindustria hasta la producción energética. La adopción de tecnologías más eficientes y limpias, puede generar nuevos empleos y posicionar a la provincia como líder en innovación sostenible en Argentina, y en la planificación estratégica, incorporar soluciones tecnológicas para monitorear y gestionar los impactos ambientales de las actividades extractivas.
Para llevar servicios, bienes y alimentos a toda la población, que requiere más y mejor producción, Río Negro está ante el escenario de aportar los ejes de una economía alternativa que sea sostenible en el tiempo. La esencia de la economía circular aporta esta visión, una economía sostenible en el tiempo que no abandona la vertiente capitalista, con parámetros moderados no solo por la sostenibilidad en la producción, sino por la adaptación y mitigación en los patrones de consumo. Esto último, es la base para la introducción de lo ambiental como construcción colectiva de la humanidad y pilar del desarrollo sostenible.
Lo que debemos asumir es cómo los desafíos globales pueden ser resueltos desde una mirada local, destacando el papel crucial que tienen las comunidades y las políticas públicas. Si hay algo que nos determinan las crisis y catástrofes en el mundo, es como las acciones locales pueden repercutir a nivel global incidiendo fuertemente en el Cambio Climático, sino observemos como los incendios en nuestra región están causando estragos por variables climáticas que se vienen generando hace décadas, sobre todo en otras latitudes. El accionar delictivo a nivel local, la desidia y negligencia de unos pocos, explota en una caja de resonancia amplificada por el calentamiento global.
Estamos frente a la necesidad de que las regiones productivas migren hacia una economía más verde, sustentada en tecnologías limpias, energías renovables y un uso más eficiente de los recursos. Asumimos la necesidad de garantizar que los beneficios del desarrollo sostenible lleguen a todas las capas sociales. Para nuestra provincia, esto se traduce en la creación de políticas públicas que aseguren que las comunidades, especialmente las más vulnerables, se beneficien directamente del desarrollo en base a la producción de bienes y servicios a partir de los recursos naturales. La distribución de los beneficios económicos, la generación de empleos locales y el fortalecimiento de la infraestructura social son puntos esenciales como lo estamos viendo no solamente en Sierra Grande, sino en las diversas regiones de impacto, fruto de los proyectos Mineros, Vaca Muerta Sur y GNL.
Economía Circular, Residuos y Regionalización
La economía circular, ampliamente divulgada, aún no se practica lo suficiente a nivel nacional. Este modelo busca reducir, reutilizar y reciclar los residuos. Río Negro tiene la oportunidad de convertirse en un centro regional de reciclaje y gestión de residuos. Para ello, los gobiernos locales deben asumir la responsabilidad de la gestión integral de los residuos sólidos urbanos, propiciando los incentivos adecuados y las políticas públicas que incluyan a los recuperadores urbanos. Es fundamental que la ciudadanía adopte hábitos de reducción de desperdicios y fortalezca la separación en origen de residuos, con una participación activa.
Una de las claves es la integración regional en la gestión de residuos, como lo demuestra el modelo del Municipio de Viedma con San Javier y Carmen de Patagones, y la planificación del GIRSU Alto Valle. Este enfoque también podría extenderse a otras regiones, como Bariloche, integrándose estratégicamente con Pilcaniyeu o con Alicurá, en Neuquén. Estas iniciativas no solo mejorarán el ambiente y la calidad de vida, sino que también crearán empleos y oportunidades económicas para los habitantes de la provincia, tal como ha defendido el Vicegobernador Pesatti en una visión integradora, resiliente y desarrollista, afianzada en su paso por la Intendencia de Viedma.
Es esencial incluir a los recuperadores urbanos en el sistema de gestión de residuos, proporcionándoles condiciones laborales dignas y reconocimiento por su trabajo. Además, los materiales reciclables tienen un gran valor agregado, que pueden transformarse en productos de alta calidad, apoyando la regionalización y reduciendo la huella de carbono a través, por ejemplo, de la optimización de la red ferroviaria.
El escenario global nos invita a repensar el desarrollo económico con un enfoque que valore tanto el crecimiento como el impacto social y ambiental de nuestras decisiones. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París, no son caprichos de un grupo de naciones, son el resultado de una planificación que busca preservar la vida, los recursos naturales y el ambiente.
Río Negro está fortaleciendo la producción de bienes y servicios, con potencialidad en las áreas que el mundo globalizado demanda hoy. Esto implica avanzar hacia una explotación responsable de sus recursos naturales, impulsando la innovación y diversificación en su matriz productiva, respetando el ambiente y promoviendo la conservación de la biodiversidad. Solo a través de la colaboración entre gobierno, empresas y ciudadanía se podrá lograr un futuro de desarrollo económico sostenible, mejorando la calidad de vida de sus habitantes, demostrando que lo que para muchos es un desafío, para Río Negro es una realidad tangible.