Viedma (ADN).- Declaró hoy uno de los siete policías involucrados en el caso conocido como el crimen de “Las Dos Rotondas” de Sierra Grande, cuando el 25 de septiembre del 2008 fueron asesinados Plinio Miglio Padilla (70) y Lucia Rodríguez (72), ultimados a sangre fría detrás del mostrador de la despensa, que por más de 30 años atendieron en la localidad serrana.
La causa tiene como principal imputado al Fiscal General Marcelo Alvarez, por detención ilegal, apremios y abuso de autoridad y siete policías de Río Negro. Hasta el momento declararon tres de los uniformados y el resto se negó a declarar.
Cabe recordar que en la investigación Alvarez fue fiscal de la causa, cuando ordenó la detención de un joven de 18 años, Luciano Bertolini, quien estuvo preso por meses, en base a pruebas muy cuestionadas como la de un testigo de identidad reservada, peritajes odorológicos sobre el cuerpo del acusado, pero lo más grave del caso fue la denuncia de Bertolini de haber sido golpeado, con tormentos, por la policía y ante la presencia del fiscal Alvarez. Todo el procedimiento se hizo sin la intervención y autorización del juez penal de turno.
El apresuramiento de la Procuración por resolver el caso fue un arma de doble filo que puso a la investigación en el plano de la ilegalidad, que en definitiva fue que lo que denunció Bertolini, quien finalmente quedó en libertad y libre de toda responsabilidad.
De estos primeros testimonios surge que los policías relataron que fue Marcelo Alvarez, quien llevó a cabo las actuaciones, ordenó las detenciones y participó en todas las indagatorias en el comisaría de Sierra Grande con los primeros apresados, por lo que la responsabilidad recae en el entonces fiscal de la causa.
Marcelo Alvarez no declaró y presentó al Juzgado un certificado médico por encontrarse transitando un post operatorio, luego de una intervención cardiológica.
Fuentes judiciales estiman que el fiscal general extenderá lo más posible esta situación, ya que además puede perder los fueros y tendrá que comparecer ante la Justicia. El antecedente del desafuero del camarista Juan Bernardi, es “una espada de Damocles” sobre Marcelo Alvarez.