
Con la finalización de las vacaciones de verano llega el último fin de semana largo antes del inicio de las clases. Los útiles ya están en las mochilas y los guardapolvos más blancos que nunca colgados en sus respectivas perchas. Y en muchas casas están listos también los globitos de agua en los baldes y la tradicional espuma. Preludio de días de diversión, música y color en las calles. Los afiches convocan y el entusiasmo se percibe. Llegando está el Carnaval.
La historia de los Carnavales en nuestro país es extensa y merecedora de un recorrido minucioso, recorrido que, desde luego, no haremos en este artículo. Pero si comentaremos que hubo momentos donde no estaba permitido celebrar o en todo caso se podía celebrar dentro de rigurosas pautas establecidas por las autoridades. En 1776, el Virrey del Río de la Plata Pedro de Cevallos determinó la prohibición de las celebraciones de Carnaval, desde entonces hubo marchas y contramarchas, autorizaciones y nuevas restricciones. Momentos históricos donde había que pedir autorización para utilizar un disfraz y no podían ser parodiados, funcionarios, clérigos ni militares. En 1976 la dictadura los vuelve a prohibir. El retorno de la democracia nos devolvió, entre muchas otras cosas, la posibilidad de celebrar en las calles en el mes de Febrero. Y fue entonces, donde toda una generación detrás de una pequeña careta de plástico, tuvo oportunidad de descubrir lo que representaba congregarse en una avenida para ver pasar carrozas y disfrutar de un momento de fiesta comunitaria.
Durante las celebraciones del carnaval desaparecen momentáneamente las diferencias y todo se reorganiza alrededor de un “nuevo orden”. Quienes participan de esta magnífica fiesta, tanto los integrantes de las agrupaciones como el público, coinciden tácitamente en que se trata de un momento de celebración. Para las distintas agrupaciones, representa la posibilidad de compartir una pasión, mostrar los resultados de un camino transitado a lo largo de varios meses que pretende diseñar y construir ese nuevo y transitorio escenario común.
Hoy conoceremos el Carnaval desde adentro. Nos abre la puerta Zoe, una joven nacida y criada en la Patagonia, pero con raíces correntinas, quien se ha convertido en flamante Reina del Carnaval 2025.
¿Qué representa para vos el Carnaval?
Zoe:- “El carnaval representa alegría, un momento en el que se puede salir a disfrutar con las familias y amigos, compartir, escuchar música, poder observar y aprender del trabajo de las comparsas y el baile que representan cada una”.
¿Cómo nació el interés en participar de una agrupación?
Zoe: – “Me gusta bailar, para lo cual mi interés siempre estuvo y está relacionado a ello. Desde chica mamá comenzó a inscribirme y ya se hizo parte de mis veranos. Desde pequeña vivía intensamente los carnavales. Todo el año nos preparábamos con la comparsa Marumbá haciendo trajes, ensayando y las carrozas. Fueron unos carnavales muy lindos ya que me divertía mucho estar con mis compañeras y maquillarnos”. Recuerda como además de bailar y poder compartir también disfrutaba jugar con espuma, esperaba el momento en que concluía el desfile para poder jugar con familiares y amigos.
¿Cómo es la previa, la preparación para el desfile?
Zoe: – La previa requiere de mucha preparación: Los Encuentros con la comparsa de muchos meses anteriores para ver el diseño a realizar, enterarse de la temática anual y comenzar a buscar la manera de interpretarla como comparsa, los ensayos divididos en muchos momentos; conocer los sonidos que realizará la batucada, practicar grupalmente, intentar coordinar, practicar de manera individual para tener mucha creatividad a la hora de bailar sin coreografía, horas y horas de bordado de trajes, coronas, casquetes, espaldar, estandartes, carroza, entre otros. El público nos comienza a ver en la noche, pero nuestras preparaciones comienzan a la tarde, unas 6 horas antes aproximadamente. El acompañamiento de las familias en todo momento. La previa está repleta de emociones ya que estamos todos un poco nerviosos y en el fondo nos preguntamos ¿Cómo va a ver la gente lo que preparamos durante el año?
Y de los Carnavales que podemos ver por la televisión o a través de las redes sociales ¿Cuál es el que más te gusta?
Zoe:- “Cada provincia tiene su encanto y sus diferencias qué les hacen muy especial, me gusta mucho ver Gualeguaychú o las Comparsas de Corrientes, las cuales se destacan por el arte en sus trajes, unas carrozas impresionantes y el gran emblema que son las bailarinas qué van cerca de la batería”. Zoe tuvo la posibilidad de presenciar varias veces los Carnavales de Goya, Corrientes y no oculta su admiración “son un sueño” Destacada que se percibe el apoyo y el entusiasmo de la gente. Ese público que forma parte importante del espectáculo.
La participación ciudadana le otorga a esta celebración un sentido vinculado al reconocimiento de la cultura, al acceso y la participación en la vida cultural. En el carnaval se hacen presentes grupos comunitarios organizados, instituciones civiles y vecinos en general.
La comunidad de Sierra Grande conserva una tradición que en muchas otras localidades de nuestra provincia lamentablemente se ha ido perdiendo a lo largo del tiempo. La colorida celebración serrana congrega a residentes y turistas y constituye indudablemente una expresión del patrimonio cultural.