A 80 días de iniciado el ASPO, es posible reconocer las consecuencias de una sobrecarga laboral que reconoce incluso el Ministerio de Educación Nacional. El esfuerzo para sostener el proceso educativo, los vínculos y la relación escuela comunidad, está afectando la salud psicofísica de docentes, y también su situación económica; pagar internet, datos, fotocopias y/o otros insumos. Esa realidad es sostenida por la voluntad y compromiso de lxs docentes y familias y a medida que pasa el tiempo de pandemia, la desigualdad se hace más notoria.
Por ello desde el sindicato exigimos: pago de una suma adicional para desarrollar la tarea pedagógica; provisión de los recursos y herramientas necesarias para docentes y estudiantes; pago del material impreso en aquellos lugares donde no hay conectividad; respeto por la carga laboral por la que son remuneradxs lxs trabajadorxs de la educación y por el derecho a la intimidad y desconexión de docentes y estudiantes. Además solicitamos que se amplíe el listado de enfermedades profesionales y que todas estas modificaciones en las condiciones laborales sean definidas en el ámbito paritario para su posterior homologación.
Aun usando barbijo, no estamos amordazadxs, seguiremos exigiendo garantías efectivas de nuestros derechos laborales.
Silvana Lagos, Vocal Titular.
Claudia Asencio, Secretaria de Salud en la Escuela.
Viviana Orellano, Secretaria de Prensa, Comunicación y Cultura.
Patricia Ponce, Secretaria Gremial y de Organización.
Silvana Inostroza, Secretaria Adjunta.
Sandra Schieroni, Secretaria General.