A un costado de la subcomisaría 57 del balneario hay una pérdida de aguas servidas de una cámara sèptica que para colmo es sostenida con una pared y un palo. El aspecto y los olores son nauseabundos.
Todo esto a escasos metros de la oficina de informes turísticos y de la sala de primeros auxilios, en una zona muy transitada. Este problema está hace meses en la misma situación y no hay arreglo.