Desde temprano el sindicato ocupó de manera pacífica la dirección del establecimiento y difundió sus demandas en los ingresos y hall central del edificio para denunciar la política de expulsión de profesionales que ha dejado a más de 14.000 vecinos sin prácticas esenciales.
“Esta no es una victoria de ATE, de su seccional o sus delegados, sino de la comunidad toda. Valoramos también la rápida respuesta que dio el ministerio. En tiempos de crisis, en los que la salud pública resulta una variable de ajuste, logramos que se ponga freno a una política que empujaba al hospital a su parálisis”, señaló Rodrigo Vicente, secretario general electo de ATE Río Negro.
No obstante, el sindicato mantiene el estado de asamblea permanente hasta que la mesa de negociación se concrete y tengan curso otras demandas realizadas por ATE. Entre ellas, la falta de insumos, anestesistas, enfermeros y mucamos.
“El hospital Bianchi ha sido un emblema en nuestra ciudad y prácticamente ha quedado reducido a un centro de salud más, por las políticas negligentes de las autoridades. Ha sido nuestra comunidad y sus trabajadores los que venimos denunciando esta situación que esperamos tenga buen término”, dijo Alicia Huencho, secretaria general de la seccional Sierra Grande de ATE.
Durante las próximas horas, habrá una reunión entre las autoridades provinciales de la cartera de salud y ATE para establecer una agenda de trabajo.