Aquella noche, del 25 de septiembre de 2008, alguien segó la vida de Plinio Miglio Padilla (71) y Lucía Rodríguez (69), asesinados mientras atendían el almacén “Las Dos Rotondas”, ubicado sobre una de las colectoras de la ruta nacional N° 3, en el barrio Industrial.
El hecho ocurrió en su propio comercio, minutos antes de cerrar la atención al público. Era de noche y la oscuridad fue la principal aliada del criminal, porque nadie vio nada alrededor.
La investigación nunca arrojó datos del todo claros y si bien hubo varios sospechosos y una detención, la causa quedó impune.
Nadie sabe aún cómo una persona o varias ingresaron al negocio y dispararon contra la pareja. La mujer murió en el acto y el hombre resistió unos minutos mas y cuando era trasladado a San Antonio falleció en la ambulancia. Hubo marchas, expresiones repudios pero el paso del tiempo no arrojó un solo imputado por el caso.
Tampoco la justicia rionegrina cumplió con el compromiso de tomar algunas medidas en esta ciudad, como instalar una Fiscalía y una Defensoría, que podrían agilizar mecanismos de investigación.
El paso del tiempo no borró la huella del dolor que caló profundamente en los habitantes de esta ciudad. Foto Victor Hugo Espíndola