Sierra Grande | Este viernes se reunió nuevamente en San Antonio Oeste, la Comisión Asesora Provincial de Pesca. Sierra Grande fue representada por el secretario de Planificación, Innovación y Desarrollo, Gaspar Siguero, quien explicó a este medio que “es una situación de emergencia que tiene que ver con la escasez de la merluza, que hoy por hoy no solo es escasa, sino que los ejemplares que se pescan son de un tamaño muy reducido”.
Señaló, en este sentido, que los ejemplares que ingresan a las plantas de procesamiento deben superar los 30 centímetros y “hoy por hoy, 30 centímetros es prácticamente lo más grande que se captura”, y advirtió que se produce “un descarte al mar de un 50 por ciento” de la captura y en algunos casos llegó al 70 por ciento de descarte de la captura en pesquería de arrastre. Es decir, los ejemplares que no sirven retornan muertos al mar.
El año pasado fue declarada la emergencia en la actividad, que para la región es uno de los principales motores de la economía de las ciudades marítimas rionegrinas.
Este fue el segundo encuentro en el que se analiza la extensión de la emergencia, que implica acordar medidas para desarrollar la actividad pero también la sostenibilidad del recurso que se encuentra en el Golfo San Matías.
Siguero advirtió que, de continuar con la captura de la misma manera, en poco tiempo en el Golfo “nos estaríamos quedando sin ejemplares de merluza, que es la principal fuente económica de la pesca, en particular de San Antonio Oeste, pero que tiene mucha relevancia para la pesquera local”.
Integran la comisión referente de la actividad como marineros, portuarios, representantes de la pesca artesanal e industrial, funcionarios de los municipios de Viedma, San Antonio Oeste y Sierra Grande, encabezados por la subsecretaria de Pesca Jessica Ressler.
Los encuentros se realizan en el Centro de Investigación Aplicada y Transferencia Tecnológica en Recursos Marinos “Almirante Storni” (CIMAS), un organismo creado por la Provincia de Río Negro, la Universidad Nacional del Comahue y el CONICET, sobre la base del Instituto de Biología Marina y Pesquera “Almirante Storni”, y es quien interviene en el aspecto científico de la actividad, generando actividades de diagnóstico y seguimiento para garantizar la continuidad del recurso.
A partir de estos encuentros y ante la necesidad de tomar decisiones, se busca garantizar la continuidad de la actividad económica y la conservación de la especie, por lo que el desafío es encontrar una forma de equilibrio entre los intereses. Siguero dijo que “es bastante complejo” y que todos reconocen la situación, pero hay que tener en cuenta las variables socioeconómicas ya que son muchas las personas que viven y necesitan de esta actividad.
Una opción sería que las pesqueras nacionales traigan sus capturas a las plantas locales, tal es el caso de la empresa de Sierra Grande que recibe materia prima procedente de Chubut.
Fuente: Radio Libre – En este día.